
Esta vivienda tenía muchas posibilidades. Situada en el centro, en una sexta planta y con espectaculares vistas a un gran parque.
Como ventaja, un pasillo central no muy grande que deja a un lado las habitaciones y al otro los baños y la cocina y comunica al fondo con el gran salón comedor.
El baño principal es interior, y con un revestimiento oscuro pero con entrada de luz natural a través de un vano en la pared sobre la ducha.
El dormitorio principal se ubicó en una habitación existente pero la pared frontal a la cama se desplazó 70 cm para poder colocar un gran armario y espacio de paso libre.
La cocina ocupa el espacio original, pero ahora está separada por una pared y una puerta de cristal transparente lo que aumenta la sensación de espacio y la cantidad de luz natural.
No fue necesario azulejar las paredes. La campana de cristal con aspiración perimetral apoya directamente sobre la encimera y se utilizaron copetes de silestone de 20 cm de altura para proteger las paredes en el resto de zonas.
En el salón se incorporó la terraza creando una zona chill- out.
El comedor ocupa el lugar de una habitación pequeña, también se eliminó el distribuidor que había en esta zona y que daba paso a las habitaciones. Ahora, junto con la pared de cristal de la cocina, el espacio resultante está optimizado al máximo para una utilización flexible y la luz natural crea en resultado impactante.
Las habitaciones infantiles siguen el estilo general: cama nido, y mesa de estudio, gran espacio libre central y armarios que ocupan una pared frontal. En esta caso, están comunicadas por una terraza exterior cerrada en la que se han abierto unos “ ojos de Buey “ como elemento distintivo en cada una.